MÚSICA RELAJANTE PARA BEBÉS
La música relajante para bebés es muy favorable en todos los aspectos ya que escuchar este tipo de música fundamentalmente la clásica tiene efectos muy positivos en el bebé.
En la actualidad se usa y mucho lo que se llama ‘Efecto Mozart’ para dormir al bebé. Este concepto se refiere a los presuntos beneficios que aporta a los más pequeños escuchar la música del compositor austriaco Wolfgang Amadeus Mozart.
música para bebés |
EFECTO MOZART EN BEBÉS
Según estos estudios, las combinaciones musicales creadas por Mozart, sus frecuencias, sus bpms y su tono estimulan el cerebro humano reduciendo el estrés y consiguiendo que los bebés y los niños se calmen. Esto ayuda y mucho a que puedan dormir mejor y conciliar el sueño con mayor facilidad fundamentalmente cuando están muy alterados o nerviosos.
Escuchar este tipo de música relajante con nuestros hijos puede resultar muy positivo ya que con ella los más pequeños consiguen: desarrollar sus emociones y sentimientos, favoreciendo su atención y concentración, estimulando su memoria y su creatividad, aunque no de manera exclusiva ya que estos beneficios se podrían dar escuchando cualquier tipo de música y en especial escuchando la música clásica en general.
MÚSICA PARA BEBÉS
Los expertos recomiendan que el tipo de música más adecuado para conseguir una relajación profunda es el marcado por ritmos lentos y suaves, así que una de las mejores opciones es ponerles música clásica de fondo.
Escuchar música y más especialmente música que les relaje permite desconectar del día a día, sentirse más tranquilo, mejora la comunicación, se concentran también mejor y reduce los niveles de ansiedad.
Los expertos en esta materia dicen que las mejores son aquellas piezas que tengan una melodía muy suave y tranquila.
Efecto Mozart Bebés |
A los padres se les suele recomendar que le canten canciones infantiles a los bebés o les ofrezcan sesiones de música clásica para estimular la mente. Al cantar con ellos lograremos fomentar su capacidad para el lenguaje, la comprensión de las palabras y su expresión. A partir de las seis o siete semanas, cuando los bebés ya son capaces de fijar un poco más la atención, la música se puede acompañar con gestos y mímica.
Así que nada a escuchar música relajante tanto nosotros como nuestros hijos o bebés.
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